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El Origen de Venealerta: Una Noche que lo Cambió Todo

La noche del 15 de marzo de 2021, la tranquilidad de mi hogar se desvaneció en un instante. Tres hombres irrumpieron en nuestra casa, transformando nuestro refugio en un escenario de terror. Mi esposa y yo, con nuestro hijo recién nacido durmiendo plácidamente en su cuna, nos vimos completamente indefensos. La impotencia nos invadió al darnos cuenta de que no contábamos con ningún medio de disuasión. Cada minuto que pasaba era una eternidad, y la vulnerabilidad era palpable en el aire.

En esos momentos de pánico, mi instinto fue buscar ayuda a través de los canales establecidos. Marqué el 911, esperando una respuesta inmediata, una luz de esperanza. Sin embargo, el silencio al otro lado de la línea o la falta de acción oportuna fue desolador. Intenté contactar a los "cuadrantes de paz", otra vía que prometía seguridad y cercanía. Pero, al igual que el 911, estos mecanismos regulares de seguridad no funcionaron cuando más los necesitábamos, dejándonos a nuestra suerte frente a la amenaza.

La frustración y la rabia se mezclaron con el miedo. ¿Cómo era posible que en una situación tan crítica, los sistemas diseñados para protegernos simplemente fallaran? Esta experiencia nos abrió los ojos a una cruda realidad: la seguridad residencial, tal como la conocíamos, tenía graves deficiencias. No solo éramos víctimas de un robo, sino también de la ineficacia de los canales de emergencia. Esta noche, marcada por la indefensión, sembró una semilla en mi mente.

Fue en ese instante de profunda vulnerabilidad, con mi familia a salvo pero traumatizada, que la idea de Venealerta comenzó a gestarse. La necesidad de una respuesta más inmediata y efectiva se hizo evidente. Comprendí que no podíamos depender únicamente de sistemas que habían demostrado ser insuficientes. La visión era clara: crear una solución que permitiera a los clientes residenciales obtener una respuesta ágil y proporcionar toda la información necesaria en un solo canal, optimizando así la ayuda en momentos de crisis.

Así nació Venealerta, no como un simple emprendimiento, sino como una promesa de seguridad, nacida de una experiencia dolorosa. Nuestro objetivo es empoderar a las familias, brindándoles las herramientas para disuadir posibles amenazas y, lo más importante, asegurar una respuesta rápida y coordinada cuando cada segundo cuenta. Queremos que ninguna otra familia venezolana experimente la misma indefensión que nosotros vivimos aquella noche. Venealerta es nuestra respuesta a esa necesidad urgente, nuestro compromiso de transformar la vulnerabilidad en fortaleza.